Ceguera y educación, problemas.
En esta entrada queremos hablar de un tema que poca gente conoce. Y
es la educación en personas con ceguera total en los colegios y universidades
A estas alturas, todo el mundo conoce la ONCE (organización nacional
de ciegos de España) ¿verdad? Desde que se creó, allá por el año 1938, en plena
Guerra Civil Española, nacieron cinco colegios de ésta. Estos colegios se
encontraban repartido por el territorio español (Pontevedra, Barcelona,
Alicante, Sevilla y Madrid). A lo largo de la historia, la gran mayoría de las
personas con ceguera total, han estudiado en este tipo de colegios. Allí
aprendieron a parte de lo que se aprende en cualquier colegio (en sistema
braille claro está), se trabajaban temas de la vida diaria tales como vestirse,
hacer la cama o pelar una fruta. Posteriormente, en el año 1982, surge la
integración que consiste en que el alumnado con ceguera estudie en colegios
ordinarios gracias al avance tecnológico.
Hasta entonces, todo el material eran
libros en braille y pauta, lo que, posteriormente se ha sustituido por una
máquina perkins es decir, una máquina específica para escribir en braille. Si
nos vamos a finales de los años 90 y principios de los 2000, van surgiendo
aparatos tecnológicos en el aula como es el braille hablado o el jaws, que es
un lector de pantalla para el ordenador.
Gracias a los grandes avances tecnológicos, ya no hablamos de
integración sino, de inclusión educativa. Se supone que todo el alumnado con
diversidad funcional está incluido en el aula, y todo el material está al
alcance de todos. Pero la realidad es otra. YO misma tengo una discapacidad
visual, y noto que todavía hay mucho retraso. Para un estudiante de primaria,
los libros en braille los recibe más tarde que el resto de sus compañeros ya
que, tardan mucho en hacerse. En secundaria, ya meten el formato digital. Pero
nos encontramos con que, los apuntes están llenos de gráficos e imágenes. Y eso
hasta el día de hoy, los lectores de pantalla no los lee. Y en bachillerato y
en la universidad todavía peor. De hecho, he tenido problemas en una asignatura
del cuatrimestre pasado precisamente porque los apuntes casi todo eran gráficos
e imágenes.
A todo esto, la ONCE tarda lo suyo para pasar el material a braille.
De hecho, recuerdo en 3º en la asignatura de música, que en octubre llevé a la
ONCE a que me pasaran unos apuntes de esta asignatura a braille, y no me los
tenían hecho hasta enero. Por lo que, tarda mucho, y como en junio no se sepa
el material, no podemos hacer nada.
A todo esto, comentar que, los colegios de la ONCE, están todos
cerrados menos el de Madrid. Por lo que, todo el alumnado con ceguera va a
colegios ordinarios. Y aquellos estudiantes que, o bien tengan unas necesidades
muy específicas o tengan otra discapacidad añadida, irían al colegio de Madrid.
Pero por lo demás, al colegio ordinario. Eso sí, va un profesor de apoyo de la
ONCE al Centro a instruir al estudiante en el braille y demás materiales.
Desde mi punto de vista, es muy importante la inclusión. Pero creo
que no es bueno que todos los colegios de la ONCE se cierren. Creo que hay
muchos estudiantes que necesitan permanecer en los colegios de la ONCE, al
menos uno o dos años para aprender a parte del braille, otras cosas de la vida
diaria ya que, allí hay personal preparado para ello.
En conclusión: la escuela inclusiva es una buena idea, pero queda
muchísimo por hacer para que se llegue a una equidad tal y como Ainscow nos
habla en muchos de sus textos.
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